Esta excelente película nacional se encuadra dentro de las características de los géneros drama, policial y suspenso, por sus componentes de misterio, acción y la profundidad de la veta psicológica en la construcción de la historia y de las características de los personajes.
Campanella construye una increíble historia, ambientada en la Argentina de los años 70, pone como actores principales a Ricado Darín, que sin dudas es uno de los mejores actores argentinos, Soledad Villamil y Pablo Rago y la acertada incorporación de Guillermo Francella y José Luis Gioia en roles "excéntricos", hacen a la película atractiva para el espectador.
Un drama que apela al sentimiento desde sus compaces iniciales. Funciona mejor la historias de amor silenciado que la trama policial, mas tópica.
Se hace corta y termina con una vuelta de tuerca inesperada, parece que hubiera costado cerrar el final a esta historia.
Resumiendo, en ésta película hay amor, violencia, odio y hasta permiten el humor, son los condimentos esenciales para este tipo de película, combinado con una filmación e iluminación excelente y el ruego final de un asesino.
También puede verse como el proceso de maduración de un idealista que confía ciegamente en la justicia hasta que la realidad le enseña otra cosa, un joven enamorado que no se decide por miedo o incertidumbre, que necesita encontrarse con la verdad que esconden esos ojos para poder escribir la letra "A"
Nicoletto María Agustina.
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